


El puente de la semana pasada que ha tenido lugar en México con razón de la celebración del Bicentenario de la Independencia, ha transcurrido de forma increíble.
Voy a empezar con una breve (que al final nunca lo es) descripción de lo que hemos ido haciendo del miércoles hasta el domingo pasados (15 a 19 de septiembre).
Día 15 de septiembre:
El miércoles salimos pronto en la mañana de Monterrey, un grupo de 40 personas en un autobús, dirección GUANAJUATO. El viaje fue pesado, 12 horas más o menos de trayecto, hasta llegar al Hotel Socavón. Situado en la Calle Alhóndiga (una de las principales de Guanajuato), un lindo hotelito con patio interior. Nada más llegar, dejar las cosas, comer algo (comprar cerveza, claro) y arreglarse un poco para dirigirnos a la Plaza Central, en frente de la Alhóndiga de Granaditas. Allí, entre el tumulto de gente, nos situamos para vivir la conmemoración del grito de la independencia; que por razones “técnicas” (porque era su cumpleaños) Porfirio Díaz cambió de día y hora. Día 16 a las 12h empieza: Viva México (y todos coreamos Vivaaaaaa!). El texto verdadero que se usó para el grito de parte del Cura Hidalgo en Dolores no se conoce con exactitud, por ello se va modificando a lo largo del tiempo, y se adhieren distintas formas según el lugar de la celebración. Todo el rito seguido por fiesta de mariachis en la plaza y bebida libre en la calle (lo que está prohibido en México). Amalia y yo nos separamos del grupo para ir al Bar Fly, un lugar que nos habían recomendado antes de llegar donde se reúnen todos los hippies/rastas/punkis del lugar: efectivamente, a un buen sitio hemos llegado. Risas, cheves baratas, música reggae. Además reencuentro de Amalia con María, una chica de su clase que está en DF con la misma beca que nosotras; vamos, una suertuda!
Día 16 de septiembre:
Nos despertamos con la cruda (=resaca), pero hay preparada una visita por Guanajuato con un guía estupendo. Anda que te anda visitamos todos los puntos importantes de la ciudad: el Teatro Juárez (el segundo más importante de México), el monumento al Pípila, la Alhóndiga de Granaditas (lugar en el que empezó la insurgencia independentista), la Plaza San Fernando, el Callejón del Beso, el edificio de la Universidad, etc.. Y sólo ver la ciudad y los colores, me embriagó. Luego por la tarde visita al Museo de las Momias, y es que en Guanajuato pasa una cosa bien curiosa, y es que sin quererlo algunos cadáveres se momifican. Y luego se exponen en un museo, que es ciertamente grotesco a la par que desagradable (en próximos capítulos escribiré sobre el culto a la muerte en México, porque merece un capítulo aparte). Por la noche Callejoneada, es un ritual típico en Guanajuato en el que un grupo de tuneros van por las calles seguidos por la multitud, parándose en las plazas y cantando las típicas canciones. Más vueltas, más bares, y como no, Bar Fly.
Día 17 de septiembre:
Decidimos no ir a la ruta programada para poder descansar un poco. Al final hay un grupo que ha decidido no acompañar al grupo, así que nos vamos a “callejear”, lo que siempre ha sido mi pasatiempo favorito. Comida rica, Museo de Diego Rivera (el que fue marido de Frida Kahlo) y Mercado Hidalgo. Todo precioso. Cena y paseo nocturno. No puedo más, abandono, me voy a dormir.
Día 18 de septiembre:
Salimos dirección Dolores Hidalgo, ahora sí, la cuna de la Independencia. Visita por el pueblo e historia (mil veces oída ya), sobre el grito, el Cura Hidalgo, el Pípila, Morelos, Allende y todo lo demás. Comida, y plaza con breakdancers incluidos.
Salimos a San Miguel de Allende. La lluvia no nos permite hacer la visita como estaba planeada, así que damos algunas vueltas y al Hotelito. Deja de llover y podemos salir a saborear ricos tacos, a beber mezcal en la plaza, y a conocer la noche. Dos bares: La Cuca y la Bruja. Divertida noche, divertido día, divino cansancio.
Día 19 de septiembre:
Recoger, dar algunas vueltas, preparar las cosas, despedirnos y hacernos a la idea de que faltan sólo 10 horas para volver a la normalidad. Llegada a Monterrey y nostalgia.
Ese ha sido al viaje, pronto escribiré sobre la percepción de la tan proclamada independencia.