Querida familia, queridos amigos,
Regreso a España.
No había comentado nada antes sobre la situación en Monterrey, por no alarmar, porque pensaba que esto era pasajero; porque todavía no tenía miedo, pero ahora ya es demasiado serio como para pasarlo por alto.
Cuando llegué a la ciudad las cosas estaban un poco agridulces, reciente pasada del huracán Álex, la situación era complicada pero parecía estable. Nos convocaron a una reunión con el Consulado de España y nos advirtieron de que la inseguridad iba a incrementar en las semanas siguientes, y tenían razón. Estos últimos días han pasado algunas cosas graves, os explico un poco. Hay dos cárteles importantes aquí en el Estado de Nuevo León (cuya capital es Monterrey): el cártel del Golfo y los Zetas. Estos dos grupos tienen una guerra interna por la que se disputan las plazas de la ciudad, lo que consiste en una situación de guerra permanente que está afectando directamente a la población civil en las últimas semanas. El día 3 de octubre estalló una granada de fragmentación en Guadalupe (municipio colindante con Monterrey), fue a las 22 horas en una plaza pública donde se sitúa el Palacio Municipal; hubo 12 heridos. El día 5 de octubre hubo una balacera en la Calle Río Pánuco con Luis Elizondo (a 7 cuadras de mi casa, y de mi universidad), no hubo muertos ni heridos graves; pero debido a la cercanía al TEC cerraron las entradas y salidas durante 20 minutos. El día 6 otra balacera en las inmediaciones de las Residencias del TEC (edificio 16), tampoco hubo muertos ni heridos graves. También el mismo día 6, mataron a una estudiante de 21 años de la UNAM que caminaba por el centro de Monterrey, en la Calle Morelos situada en plena Zona Rosa (el barrio comercial del centro de la ciudad); Lucía Quintanilla caminaba por las calles de su ciudad y las balas entraron en su cuerpo. Los “juegos” entre los narcos se cobraron con la vida de una joven inocente. El día 8 de octubre entraron en Villas TEC (un residencial de estudiantes de mi universidad) una camioneta y un coche en una persecución; de éstas se bajaron varios encapuchados con metralletas y pistolas, y los agentes de seguridad desaparecieron durante una hora y media (las noticias que corren sobre el transcurso de los acontecimientos y sus razones son ambiguas, por eso me remito a esta descripción concisa para no llegar a conclusiones erróneas).
Esto que os cuento ha sido lo que ha pasado por aquí en la última semana. Así llevamos hace unas cuantas, y las autoridades comentan que se trata sólo del inicio, que todavía falta mucho por suceder. Muchos estudiantes internacionales han regresado a sus países, algunos mexicanos se han vuelto a sus casas (los que no son de aquí). Algunos de mis amigos se cambian de campus, ya que la zona central de México está todavía viviendo una situación menos tensa; los que hacen este cambio se quedan todo el año a vivir aquí y les merece la pena todo el trajín para estar bien el semestre próximo. Desde el TEC nos han facilitado la opción de terminar los cursos online, para poder hacerlos desde donde estemos seguros. Así, que después de una muy difícil decisión regreso a España. Como mi madre me ha dicho en las últimas conversaciones: es mejor volver con el rabo entre las piernas, que volver sin rabo.
A finales de octubre vuelvo a España, atrás se queda esta estupenda ciudad marcada por la delincuencia, la corrupción, la inseguridad ciudadana, la injusticia social. Siento ser egoísta en estos momentos y huir, dejando aquí lo que por fin había logrado querer y valorar. Dejando a los que ya se habían convertido en los míos, me iré con un amargo sabor de boca, sabiendo que esta es la realidad de muchos, que todavía quedan incontables reductos del mundo donde hay que luchar por regresar a casa sano y salvo.
Qué tan baratas se han vuelto las balas, y las vidas.
Os dejo algún link, para que veáis, sin asustaros porque ya regreso. La semana que viene voy a DF siguiendo los planes que adelanté en el blog anterior, luego estaré aquí una semana más para cerrar trámites con la universidad, y a dormir tranquila donde los helicópteros no patrullen sobrevolando la ciudad, ni suenen las sirenas de los coches de policía, ni los convoys de militares atraviesen las calles, ni peligre mi vida en cualquier esquina.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/10/08/dan-ultimo-adios-a-estudiante-muerta-en-monterrey/
http://www.vanguardia.com.mx/balaceraenlascallesdemorelosyjuarezenmonterrey-564357.html
http://mexico.cnn.com/nacional/2010/10/10/un-ataque-con-granada-deja-cuatro-policias-heridos-en-monterrey
http://mexico.cnn.com/nacional/2010/10/05/el-tec-de-monterrey-cerro-sus-accesos-15-minutos-por-una-balacera
http://mexico.cnn.com/nacional/2010/10/07/en-monterrey-se-registra-una-tercera-balacera
http://mexico.cnn.com/nacional/2010/10/07/en-monterrey-no-se-puede-vivir-dice-la-madre-de-estudiante-asesinada
Os quiero, os echo de menos. Pronto estoy ahí.
Marina
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