Hemos encontrado casa en Las Peñas. El barrio "bohemio"-gringo de la ciudad. Está formado por mil casitas de colores que iluminan el Cerro Santa Ana, coronado por el faro. Reconozco que todavía no he tenido valor para subir los 410 escalones que me separan de la cumbre. Lo hice una vez, en 2009, acompañada de mi Sophie. Pero ahora que vivo aquí me voy a dar un tiempo. Los guayaquileños dicen que ya llega el invierno, con la friolera de una mínima de 15 grados, cuando repunta el frío ecuatoriano. Así que esperaré hasta encaramarme al faro.
El señor Artur's nos alquila una casita económica a la orilla del rio Guayas. Tiene vistas magníficas, aunque el río esté contaminado... Puedo escuchar el sonido del vaivén de las olas desde mi incómoda cama, mientras me pican los mosquitos, que se están cebando con mi sangre fresca. Parece malo, pero no lo es. ¡Hasta los mosquitos son bienvenidos!
Escribo animada, recién llegada de dar una charla en la universidad Casa Grande. Nos han invitado para explicar la situación de España. Me ha gustado dar información sobre la crisis, para que sepan aquí lo que pasa allí. Hemos tenido la oportunidad de hablar sobre las respuestas a la crisis: 15-M, claro. Nos han escuchado con los ojos atentos y curiosos. Por un momentito han dejado sus blackberrys y se han interesado por el movimiento de la sociedad española. Okupación. Flipan con lo que pasa en "la madre patria". Y no es para menos... Suerte que estáis todos vosotros al pie del cañón, en movimiento, y consiguiendo que las cosas se muevan.
Mando besos, cariños y energía. Estoy cerca en la distancia, y ustedes lo saben bien.
Le das color a cualquier cerro, ¡que lo sé yo!
ResponderEliminarmarinis, adoro tus reflexiones. besitos desde alemania
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