domingo, 13 de marzo de 2011

Nueva misión.

Sólo falta un día, y me voy. Otra vez el gusanillo en el estómago, lo amargo de las despedidas y el miedo de la cuenta atrás. Como de costumbre en los últimos días empiezo a tejer una trama que me lleva al mundo de la imaginación y me deja exhausta. Ahora se mezclan los sueños, ahora y por fin: empieza la acción.

Estos meses han sido cálidos a pesar del frío, el cobijo que me brindan los míos ha sido mágico. Volver a casa, a las rutinas y a la tranquilidad me ha dado fuerza, me ha dado ánimo, me ha dado mecha para seguir errando otra vez. No hay palabras para describir vuestra energía, vuestro buen entender y mucho escuchar. Todos y cada uno de vosotros, los de siempre, los que no os vais nunca, los que me dais serenidad. Éstos han sido cuatro meses de pausa positiva, tiempo de regar las plantas que a veces entre bambalinas dejo marchitar sin querer. A todos vosotros, mis tulipanes que ahora estáis grandes y coloridos, gracias por no dejar de regarme nunca

Los focos alumbran un nuevo escenario, la luz empieza a enfocar con nitidez a la ciudad de Lima; próximo destino. Estoy sola en el escenario pero me rodean muchos perfiles, todavía borrosos. Veo en esa trama mucho colorido, luz y magia. Y de momento hasta aquí puedo contar. Pronto vuelvo, y relato la historia de mi nuevo plan: aventuras peruanas.

Un, dos, tres: Acción!

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